Tipos y topes de los asientos contables de la depreciación
El asiento contable de la depreciación es un proceso complejo. No solo por tratarse de cálculos y fórmulas, sino porque en realidad, tiene mucho que ver con estimaciones subjetivas. Y como sabemos, lo subjetivo puede dar resultados distintos según el lente desde el que se vea.
Lo dicho hasta este punto sobre el tema, parece dejar la impresión de que solo se trata de sumar y dividir algunos numeritos aquí y allá. Pero nadie puede estimar con precisión cuánto es el desgaste de un activo fijo. Lo máximo posible es hacer aproximaciones. Prueba de ello son los casos, en que un activo totalmente depreciado en el papel, sigue operando con toda normalidad como el primer día.
Por eso es que en este artículo daremos algunas luces sobre otras consideraciones a tomar cuando se trata de hacer el asiento contable de la depreciación.
Tipos de depreciación
Primero debemos tomar en cuenta que existen variados tipos de depreciación que puedes aplicar en tu empresa. Y eso dependerá de sus necesidades o en el contexto en el que se encuentre actualmente. Precisamente para eso, hacer una clasificación puede ser útil, porque permite enfocar el tratamiento contable de los bienes desde un punto de vista u otro.
Aquí hemos agrupado las depreciaciones de acuerdo a diferentes criterios:
El ámbito en el que se aplican
Con “ámbito” nos referimos a la utilidad que se le da a la depreciación en la empresa. A esto ya nos hemos referido en un artículo anterior. Pudiendo así ser:
- Contable o Financiera. Referida a identificar la situación financiera de la empresa. Se registra en los estados contables y permite estimar el valor patrimonial.
- Tributaria o Fiscal. En este caso, la depreciación sirve para cumplir con las obligaciones tributarias con el estado. Para calcularla utiliza los porcentajes establecidos en la LISR (insertar enlace al artículo anterior). Y considera que el activo fijo debe ser utilizado para las operaciones de la empresa y no de uso personal.
El escenario económico actual
Según este criterio, se considera a la depreciación de acuerdo a la situación económica interna o la macroeconomía (condiciones del entorno). Pudiendo ser:
- Normal. Son depreciaciones aplicadas en condiciones de estabilidad. Subdividiéndose en:
-
-
- Depreciación Física. Asociada a las características físicas del activo fijo. Y está a su vez determinada por los componentes de larga o corta vida que tenga. Así como por el mantenimiento, que se le dé al bien.
- Depreciación Funcional. Tiene en cuenta el costo-efectividad que puede tener el activo al momento de valorarlo. Si ya ha perdido o se ha deteriorado la capacidad operativa para la que fue adquirida.
-
- Condicionada por los cambios en el INPC. Aquí, el factor principal de la depreciación es externo. El dinero o capital con el que se adquirió y que se ha estado acumulando para comprar un bien que lo reemplace ha perdido valor. Por tanto, deberá considerarse para el cálculo de la depreciación un factor de actualización relacionado al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
El método utilizado para calcular la depreciación
Sobre esto hemos disertado en el artículo sobre cómo se registra la depreciación, y debemos recordar que está estrechamente relacionado con la depreciación de tipo financiera. Siendo,según este criterio, los siguientes:
-
- De uso o actividad. Estima la depreciación en función de su uso, como las unidades producidas. A mayor cantidad de producción, mayor depreciación y viceversa.
- De línea recta. Considera a la depreciación como equivalente a lo largo del tiempo.
- De cargos decrecientes o de depreciación acelerada. En este tipo, la depreciación es mayor durante los primeros años de vida del bien, luego disminuye. Esto se corresponde con un uso intensivo que suele dársele durante este período, para disminuir con el paso del tiempo.
La causa de fondo es aliviar el coste de adquisición que representa durante los primeros años el activo y dotar de cierto flujo de efectivo para otras necesidades.
Excepciones, requisitos y topes al registro de la depreciación
En primer lugar, recordemos la excepción que suponen los terrenos o solares. Pero además, la LISR impone otros requisitos y topes que debe tener en cuenta tu empresa a la hora de hacer esta actividad contable:
- Las reparaciones y adaptaciones serán consideradas inversiones, por tanto, tendrán erogaciones separadas.
- Los automóviles solo podrán depreciarse hasta un tope máximo de 175 mil pesos mexicanos. Excepción hecha de aquellos movilizados por combustión interna, energía eléctrica o hidrógeno, en cuyo caso, el monto máximo será de 250 mil pesos. Además dichos vehículos deberán destinarse a uso operativo en la empresa.
- Los aviones podrán depreciarse hasta un tope de 8 millones 600 mil pesos.