En la actualidad existen muchas tendencias tecnológicas que ayudan a resolver las innumerables demandas del control de activos. Unas más eficientes que otras, entre ellas se destaca el RFID. Sin embargo, en 2013, una nueva solución surgió para complementar este trabajo, los beacons, balizas o en términos estrictos, el Bluetooth Low Energy (BLE).
¿Qué son los beacons?
Este tipo de solución, como bien lo dice su nombre, es un pequeño dispositivo bluetooth que consume muy poca energía en comparación con la tecnología regular. Su función es enviar señales que sirven para comunicarse con otros artefactos como smartphones, tablets u otros receptores específicos para este propósito.
Estas señales son únicas, de onda corta y alcanzan hasta 50 metros. Así, permiten localizar individualmente a objetos que se encuentran al interior de un ambiente, lo cual -por ejemplo- difiere de la localización por GPS que solo funciona en exteriores.
Para funcionar, un beacon necesita de una pila, un chip de radio bluetooth de bajo consumo y un firmware (software).
Ventajas
- Son muy pequeños, pueden tener el tamaño de una moneda.
- Posibilita, a través del Bluetooth, la comunicación bidireccional.
- Su consumo energético es muy bajo, pudiendo durar una misma batería (como en el caso de Bluvision) hasta 4 años.
- Permite identificar de forma única cada dispositivo.
- La comunicación es constante con los receptores.
- Su costo es relativamente bajo.
Aplicación al control de activos
Desde su aparición, los beacons han sido utilizados en diversas áreas de la actividad económica, principalmente en el sector del marketing. No obstante, la industria también ha aprovechado esta nueva tecnología para la gestión y el control de activos.
Teniendo como eje la localización y trazabilidad del movimiento de los bienes en interiores, pudiendo conocer en tiempo real (también conocido como RTLS) su presencia, proximidad y posicionamiento.
El mantenimiento predictivo y Bluvision
Sin embargo, una aplicación novedosa del BLE que se complementa con la IIoT es aquella que se da en el mantenimiento predictivo, que como ya hemos señalado en artículos previos, posibilita identificar las condiciones en las que se encuentran las máquinas para darles un mantenimiento no invasiva que evite la paralización total de la actividad industrial.
En ese sentido, Bluvision de HTK, ha integrado a los beacons, sensores de vibración de temperatura, magnetismo y luz. Así como inteligencia artificial para la prevención de fallas en los motores.
Como complemento, también, la solución de HTK, provee unos controladores (Gateways), conectados a wi-fi que pueden recibir la información de hasta 200 beacons. La cual finalmente es subida a la BlueZone Cloud donde se almacena y desde donde puede ser procesada.