¿Qué es la tecnología RFID?
Es seguro que el término “tecnología RFID” (radio frequency identification) no sea inmediatamente reconocible para todos. No obstante, podría decirse que su uso está tan extendido en la industria que cualquier persona ha tenido en algún momento contacto con ella.
Por ejemplo, si alguien ha sacado la etiqueta de un frasco de shampoo es posible que haya encontrado debajo un sticker de aspecto metálico con una trama extraña. Pues bien, ese rótulo es un elemento típico de esta herramienta tecnológica.
Y si su uso es tan común es porque permite mantener el control sobre un artículo determinado al identificarlo de manera única. Esta es precisamente su función principal: la identificación.
Como sabemos, existen muchos mecanismos y tecnologías desarrolladas que cumplen con este propósito, como los códigos de barras, y aunque estos aún tienen un papel muy relevante, progresivamente están haciendo lugar para la tecnología RFID. ¿A qué se debe el interés que genera? Lo veremos a continuación.
Cómo funciona
Básicamente, la tecnología RFID se vale de ondas de radio para establecer una comunicación entre dos dispositivos. El proceso inicia por lo general cuando una antena emisora activa mediante la radiofrecuencia una etiqueta o tag que guarda información sobre el objeto que la contiene. Al encenderse, el chip puede ser leído por un controlador o receptor, que recoge los datos y los transmite a un software donde se sistematizan para un posterior análisis.
Características
Con esta explicación podría parecer que el RFID no tiene nada de extraordinario. Sin embargo cuenta con algunas características que la convierten en una tecnología muy útil para las empresas:
- Identificación única de ítems. Dado que las etiquetas almacenan información propia de los artículos que las contienen y que los controladores leen una por una de ellas.
- Capacidad de almacenamiento. A diferencia de otros métodos, las etiquetas RFID pueden almacenar desde 4 kb hasta 32 kb de datos.
- Etiquetas reescribibles. Aunque en no todos los casos, es posible cambiar o modificar los datos que se encuentran en un tag.
- Lectura a distancia. Con la tecnología RFID, la lectura de la información no requiere de cercanía física ni de una línea de vista directa, sino que puede hacerse en cualquier punto a una distancia máxima de 10 mts.
- Rapidez. Porque la lectura de cada etiqueta se realiza en cuestión de microsegundos.
- Adaptabilidad. Las etiquetas de RFID pueden adaptarse a un sinfín de superficies, ya sea plástico, papel, tela, vidrio, húmedas, etc. Inclusive pueden personalizarse con la marca de la compañía.
- Seguridad. Puesto que no resultan fáciles de falsificar.
Elementos del RFID
Para lograrlo, se vale de varios componentes que en conjunto hacen de la tecnología una de las mejores para la identificación:
- Etiquetas: En general, las tags o etiquetas posibilitan el almacenamiento de la información sobre el objeto gracias al pequeño chip que contienen, pudiendo esta ser transferida gracias a la también pequeña antena que contiene y que capta las ondas de radiofrecuencia que la activa. Sin embargo, existe un tipo de etiquetas RFID que también pueden activarse por sí solas gracias a una batería de larga duración que se incluye en su estructura.
- Antena: Es el medio que permite a la etiqueta comunicarse con el lector, dado que emite y recibe las ondas de radiofrecuencia sobre la que se transmite la información.
- Lector: El lector o transceptor trabaja en conjunto con la antena para recoger los datos contenidos en la etiqueta. Usualmente es un scanner. Luego los envía al software de análisis correspondiente.
- Software: Es el sistema ERP o, en el caso de HTK-ID, la aplicación AssetsApp donde se sistematizan los datos.
Usos y aplicaciones
Como vemos, las características singulares de la tecnología RFID le permiten tener aplicaciones de lo más variadas en las organizaciones, entre ellas:
- El control del inventario corriente.
- En los instrumentos de identificación de las personas y animales.
- En los pagos sin contacto.
- Para el control de equipajes.
- El tracking de activos fijos.
- El seguimiento de las muestras biológicas en hospitales, etc.
Los inconvenientes de la tecnología RFID
Aunque la tecnología de la RFID tiene clarísimas ventajas hay quienes observan algunos inconvenientes respecto a su utilización. Como estos:
- Cruce de frecuencias. Puesto que hablamos de radiofrecuencias, es posible que en algunas ocasiones haya un cruce de frecuencias con otros dispositivos o que incluso se interrumpa el flujo de la información. Sin embargo, existen etiquetas que tienen mecanismos anticolisión que le permiten evitar este defecto.
- Costo. Hay quienes consideran que el presupuesto de implementación de esta tecnología es bastante más elevado con respecto a otras. Sin embargo, su eficacia permite contrarrestar esto al ahorrar en tiempo que puede ser utilizado en actividades más productivas, prevención de accidentes y asegurar el mantenimiento de la producción.
- No soportan temperaturas extremas. Es cierto. Por muy adaptables que sean, las placas RFID no soportan las temperaturas extremas. En este caso, lo recomendable es utilizar otro tipo de tecnología como los beacons que también forman parte de los productos de HTK-ID.