Buenas prácticas contables ante el impacto de la covid-19 en las empresas
Puede pensarse que a dos años del inicio de la pandemia, cuando ya la vida está retomando cierta “normalidad”, ya no se siente el impacto de la covid-19 en las empresas, pero no es así. De hecho, aunque el comercio mundial casi alcanza los niveles prepandemia, lo cierto es que todavía hay muchas vallas en el camino.
Y es que a los ya observados problemas de la paralización -alza de precios, cierres de fronteras, ausencia de empleados, y la limitada capacidad adquisitiva del consumidor-, ahora se suman las consecuencias de los diversos conflictos sociales y militares que la crisis inflamó.
Esta es la razón por la que en muchos países se dieron desde 2020 diversos apoyos fiscales y subvenciones para las empresas durante este período difícil. Sin embargo, hay otros -como en México- donde el gobierno decidió que no se asumirían tales medidas, si bien algunos estados (Aguascalientes, Baja California, México, Chiapas, Durango, Guerrero, Jalisco, etc.) sí establecieron facilidades y apoyos fiscales.
Por eso, es que la contabilidad, hoy más que nunca, es necesaria para conocer a profundidad lo que sucede dentro de las empresas. El análisis e información que podrán conocerse en los estados financieros y balances pueden servir para identificar problemas, encontrar soluciones y, sobre todo, tomar decisiones.
La verdad es que no hay nada nuevo que inventar en cuanto a la normatividad contable para afrontar el impacto de la covid-19 en las empresas. Tanto las NIF, como las NIIF y las NIC cuentan ya con todos los mecanismos que se necesitan para evidenciar la compleja situación por la que atraviesan las organizaciones.
Por ello, resulta importante recordar los bastiones que tiene la práctica contable para afrontar estas circunstancias extraordinarias:
La revelación es la clave
Es el principio básico para situaciones como estas, aunque no siempre resulte cómodo para todos. Sin información clara de las transacciones, cambios y procesos de la empresa, difícilmente se podrá llegar a una solución a los problemas existentes. Es una obligación de transparencia que permite afrontar con responsabilidad las incertidumbres existentes. Así, se debe poner énfasis en lo siguiente:
- Cómo afecta al balance general
- La posibilidad de seguir como empresa en marcha
- Cuáles son las pérdidas y ganancias
- Flujo de efectivos
- El estado actual de las obligaciones
La valuación de los activos
Tanto los activos financieros como los activos fijos o circulantes sufrieron un gran impacto desde que inició la pandemia, por tanto es importante precisar las variaciones en su valuación. Por eso, se recomienda ajustar su valor razonable a los precios actuales del mercado. Por ejemplo, en el caso de los activos circulantes, deben incluirse los cambios en los costes de producción. En los activos fijos, debe ajustarse la depreciación, considerando si las paralizaciones han afectado su vida útil.
Evaluar todos los escenarios posibles
Dado que no se puede decir que todo está dicho en relación al impacto de la covid-19 en las empresas, no puede haber certeza respecto de su prospección. En ese sentido, es recomendable evaluar todos los escenarios posibles a la hora de elaborar estimaciones a futuro. Sobre todo, en los siguientes puntos:
- El flujo de efectivo
- Dividendos
- Gastos de capital
- Riesgos
Los pasivos
Será fundamental evaluar también los pasivos de la compañía. Conocer por ejemplo si se incrementaron como producto del alza en las materias primas o los incumplimientos de contratos o convenios. Asimismo, deberá analizarse la posibilidad de reestructuración de los créditos y sus consecuencias. O, de ser pertinente, el cobro de pólizas de seguro ante los efectos de la pandemia. Inclusive, evaluar si la depreciación de activos fijos, puede disminuir la cantidad de obligaciones tributarias.
La liquidez
Un aspecto primordial para el sostenimiento de las operaciones es el flujo de efectivo con el que cuentan las empresas. Por esto, aparte de revelar la información necesaria, es imprescindible analizar la viabilidad de las fuentes de liquidez con las que se cuenta y las opciones de solución ante las inconsistencias.