“Tecnologías de identificación”, esta podría ser posiblemente la única semejanza entre estos dos conceptos, ya que aunque ambos procesos están orientados a conocer el detalle de un objeto, los métodos y alcances de cada una  son totalmente distintos.

Conociendo esto, entonces como sería posible comparar tecnologías cuyas características son distintas, y es ahí donde comienza el cuestionamiento y la guerra para determinar cuál es el futuro en la convivencia e integración  de estas plataformas inteligentes en el proceso de lectura de objetos.

Analicemos bajo un esquema más profundo y detallado ambas tecnologías, los usos y los alcances que aportan a nuestros procesos.

El código de barras ha sido un medio de identificación que tiene más de 25 años proporcionando grandes benéficos a la industria, especialmente cuando se trata de la identificación de productos a nivel ítem o unitario, este método aunque en sus inicios presento una curva de madurez prolongada, finalmente fue aceptado y utilizado por los usuarios con grandes beneficios orientados principalmente a la agilidad de lectura y omisión de errores en el proceso.

Antes del código de barras recordamos aquellas operadoras de cajas en tiendas de auto servicios que memorizaban cientos o miles de códigos de productos que eran capturados en teclados para ser cobrados. Este nuevo método de identificación acerco entonces una era distinta e incomparable de registro automático.

Hoy, el código de barras ha mejorado y migrado a nuevas versiones que permiten nuevos alcances, mayor información, mejores y más ágiles procesos de lectura entre otros,  pero algo que no ha cambiado es que se requiere la lectura individual de cada uno de ellos para ser procesado y para esto se necesita verlo. Aun las versiones de códigos que están causando tendencias como QR o de dos dimensiones requieren de este mismo proceso para ser procesadas.

Más de 25 años de maduración y explotación no acabarían en la desaparición instantánea de la tecnología por una competencia que aun RFID no puede jugar.

Hablando entonces de la Identificación por Radiofrecuencia,  cuales son las ventajas, alcances y limitantes que acotan claramente las posibilidades de implementación que brindan beneficios tangibles.

RFID es una tecnología de multi-lectura, es decir, la identificación simultánea de diversos objetos, es una tecnología que no requiere línea de vista para poder obtener la lectura, además de tener la capacitad de identificar objetos a grandes distancias en comparación con otros medios semejantes como o es el código de barras.

¿Porque entonces semejante innovación que podría parecer mágica con lecturas de decenas o cientos de productos al mismo tiempo, sin requerir ver el producto y a distancia no simplemente desplaza cualquier otro método vigente de identificación? La respuesta: Porque RFID aún no es para todos.

Aunque la tecnología ha avanzado exponencialmente en los últimos años  y meses, aún existen limitaciones durante el proceso de lectura causado por la inhibición que materiales como los metales o líquidos ocasionan a las ondas de radio, así que productos que sean fabricados, empacados o almacenados en ambientes con grandes cantidades de estos materiales podrían estar aún exentos de ser sometidos a una implementación.

Productos de bajo costo, de consumo, identificados de forma unitaria o que estén involucrados en el sector de alimentos etiquetados de forma unitaria podrían no jugar tampoco en esta primera migración, ya que los costos de las etiquetas inteligentes TAGS no ha llegado a los niveles que permita mantener la rentabilidad de los productos, menos aun con una competencia tan fuerte en este rubro en el código de barras que en ocasiones el costo es cero cuando viene impreso en el empaque.

Esto no quiere decir que el potencial de implementación RFID queda reducido, ya que aunque escenarios como los presentados pueden estar limitados, un mundo de nuevas posibilidades se abre ante nuestros ojos.

La identificación automática y ágil de productos en bandas transportadoras, pallets, cajas consolidadas de productos, activos fijos, activos de tipo retornable o reutilizable, productos de alto valor.Imaginemos; computadoras, expedientes, barriles, contenedores, equipos médicos, armas, maquinaria, animales, muebles, vagones, herramientas, obras de arte, y una lista interminable de artículos ahora califican y se benefician de esta tecnología.

Quienes estén involucrados directamente en la operación de las empresas son los que nos enseñan todos los días nuevas oportunidades de implementación y desarrollo tecnológico, creciendo constantemente el abanico de oportunidades  que RFID tiene para ellos.

Sobre los cimientos de esta diferencia, construimos entonces la participación e interacción de estas plataformas de identificación, donde más que competir, son diferentes, son complementarias y son exitosas.

La diferencia está en dar el paso, explorar ese terreno desconocido que con el solo  hecho de reconocer que los procesos se pueden mejorar le dan participación a una implementación que puede hacer la diferencia entre competir, permanecer o desaparecer.

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